Modelo P-E-R

El modelo de Presión-Estado-Respuesta (PER) propone una metodología causal de los principales problemas relacionados con el tema analizado que puede ser social, económico o ambiental. Fue desarrollado en 1970 por el analista canadiense Anthony Friend y que posteriormente adoptado por la OCDE para la medición y reporte del estado del Medio Ambiente en sus países miembros.

El modelo consiste en el establecimiento de la interrelación entre las actividades humanas (presión) y su impacto en el estado del medioambiente (estado), con ello se genera las acciones a realizar para atender la problemática en cuestión (respuesta). Esto de manera sistemática representa un marco conceptual adecuado para el planteamiento de indicadores que además de reflejar una problemática en común, permite establecer la efectividad de las acciones para mejorar el estado ambiental en referencia a la presión de la actividad antropogénica.

Esto permite el establecimiento o reorientación de las políticas públicas o los criterios para la toma de decisiones de los principales sectores estatales. Por lo que, es una herramienta vital para lograr la sustentabilidad de las acciones planteadas en los planes de desarrollo local.

Tal y como se ha mencionado, los indicadores de presión son aquellos elementos que ejercen alguna presión sobre las condiciones del medioambiente o los recursos naturales. Estos a su vez se clasifican en aquellos en que las actividades humanas ocasionan presiones directas al medioambiente, y en aquellos indicadores que reflejan la evolución de las actividades humanas en sí que por su crecimiento o modificación originan una presión al ambiente. Un ejemplo del primer grupo mencionado son los residuos urbanos por los asentamientos humanos, a su vez en el segundo caso el crecimiento del parque vehicular que ocasiona en sí una presión al estado del medioambiente.

Por ello, los indicadores de presión son de suma importancia tener bien clasificados la naturaleza de cada uno de ellos, ya que de ello dependerá el planteamiento de acciones para su atención. Esto resulta relevante puesto que existen indicadores que para contrarrestar sus efectos puede resultar complicado resolverlos, y por ende la efectividad de su solución puede no estar en las manos de la sociedad, y obedecen a situaciones tendenciales de fenómenos socioeconómicos o ambientales específicos.

Por otra parte, los indicadores de estado son aquellos que muestran la calidad ambiental y situación de los recursos naturales a través del tiempo. Su importancia estriba en que también son los que indican la salud de la población y los ecosistemas en su interrelación con las actividades humanas. Por ello, son el principal fundamento de las políticas de protección ambiental.

En el caso de los indicadores de respuesta, estos van dirigidos a la atención de los agentes de presión y de las variables de estado. Este tipo de indicadores pueden ser muy diversos y específicos a la vez en comparación con los anteriores, ya que describen situaciones muy particulares del ambiente o de los recursos naturales. Incluso en este tipo de indicadores es común que su naturaleza no sea cuantitativa y que para su evaluación se requiera del estudio de la percepción de la sociedad.

Los usos de por cada tipo de indicadores se muestra en la siguiente figura, como se puede apreciar, la definición e implementación del sistema de indicadores depende del tipo de información de entrada, a su vez esto permite clasificar el indicador según el enfoque PER, y su uso para el proceso de toma de decisiones acerca del medioambiente y recursos naturales de la localidad.